domingo, 4 de noviembre de 2012

John Carlos luego de los Juegos Olímpicos de México 1968


Hoy por hoy, John Carlos es uno de los más activos relacionistas públicos del COI. Su labor se centra en ayudar a los jóvenes de los barrios más pobres (guetos) para influenciarlos y orientarlos en la práctica deportiva. Carlos tiene mucha aprobación en los sectores de este tipo pues él mismo salió de un lugar extremadamente pobre:"Se fían de mí, me ven como a un héroe, y esto es muy importante"

Carlos ha participado en la realización de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Su trabajo en el Comité Organizador de aquellos Juegos consistía en dar conferencias en barrios marginados y propagar la imagen del movimiento olímpico.

Hoy aun sostiene lo que dijo en 1968: "Decían que era un terrorista y eso no es así. Mi padre me echó en cara lo que hice. En realidad yo no era más que un joven americano que creía en los ideales de su patria y justicia para todos en un país de hombres libres".

En abril del 2008, subió a la tarima internacional y fue el abanderado de la Antorcha de los Derechos Humanos, que se venían desarrollando en paralelo a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. En julio de ese mismo año, John Carlos aceptó el Premio Arthur Ashe al Coraje para su saludo a los 2008 ESPY Awards.

Su carrera se podía resumir de la siguiente forma. Al volver de México 1968 trabajó en Puma (sí, la tienda de calzado), el Comité Olímpico de Estados Unidos, el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Verano de 1984. Desde 1985 ha sido consejero, entrenador de pista y campo en la escuela Palm Springs High School en California.


                         

sábado, 3 de noviembre de 2012

Un saludo que marcó la historia

Todas las grandes historias han sido inmortalizadas a través de películas. El gesto del siglo no es la excepción. Junto a el también se pueden acumular montones de materiales audiovisuales. Documentales, largometrajes, cortometrajes y material fílmico que ha servido para escenificar la realidad de una nación. Aquí un recuento de las películas más impactantes y el documental sobre el puño negro levantado en los Juegos Olímpicos de México 1968

Salute
Estrenada el 17 de julio del 2008, es un documental australiano dirigido, producido y escrito por Matt Norman (sobrino de Peter Norman) y narra las acciones que se suscitaron en el verano de 1968 durante la realización de los Juegos Olímpicos de México.

La película se centra en el hombre que consiguió la medalla de plata, Peter Norman y, a partir de él, se va desarrollando la trama que envuelve a los otros dos participantes: Tommie Smith y John Carlos. 


La cinta cuenta detalles de la intervención de Norman. Por citar un ejemplo, fue él quien recomendó a Carlos colocarse el guante negro en el puño izquierdo y que Smith se pusiera el derecho. El film tuvo una fuerte aceptación y se consagró con seis premios (tres en el 2008 y tres en el 2009). Rótulos como: "Mejor Documental Social", "Premio del Público al Mejor Documental australiano".

Trailer Oficial

                  

Aquí el Trailer para el UK


Documental completo

                                     



viernes, 2 de noviembre de 2012

El gesto que cambió la historia


Tommie Smith y John Carlos acaban de terminar primero y tercero en la carrera de 200 metros correspondientes a los Juegos Olímpicos de México 1986. Ellos se preparan para recibir las medallas. En un ritual casi conocido, los hombres del podio esperaran la colocación de la presea y luego escucharán el himno del atleta que ganó la competencia.

Tommie Smith y John Carlos son estadounidenses y Pete Norman (medalla de plata) es australiano. Ambos avanzan al podio. Smith y Carlos van descalzo y con un guante en el puño, algo raro va a ocurrir.

John Carlos se encuentra en el Estadio Azteca de México. Está sobre el podio con calcetines negros y descalzo (representando a las personas pobres que no tenían zapatos), levantando un puño enfundado en un guante negro y con la cabeza inclinada para reflejar humildemente la fuerza del espíritu humano. El símbolo del "BlackPower". Con este acto él, junto a Smith están protestando contra la segregación racial en Estados Unidos.  A ellos se unió el australiano Peter Norman, él llevaba una insignia del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos. 

Era el miércoles 16 de octubre de 1968 y ambos estadounidenses habían preparado el gesto con un par de guantes negros. A Carlos se le olvidó un par y Norman dio la idea de que cada uno llevé un guante. El gesto era un claro ejemplo de protesta en favor de los afroamericanos y alcanzó niveles internacionales: "Si gano, soy americano, no afroamericano. Pero si hago algo malo, se dice que soy un negro. Somos negros y estamos orgullosos de serlo. La América negra entenderá lo que hicimos esta noche", dijo Smith.


Cuenta Carlos en su libro autobiográfico que él después se puso en pie y que mucho de sus compañeros de equipo le recriminaron el hecho: "Has cometido un terrible error" le decían. Continua Carlos en su relato: "Pero ahora, 44 años después, Tommie y yo somos los que no tienen remordimientos". Carlos expresa que aquellas personas que sienten remordimientos son las que podrían haber realizado alguna acción para defender su posición, pero optaron por guardar silencio.

"Ellos son los que pidieron en eventos públicos -por estudiantes y profesores, corredores y caminantes- si ellos se hubieran levantado en 1968. Mi emancipación se ha convertido en su carga".

La instantánea de los tres medallistas de pie, protestando pacíficamente, en el podio se ha convertido en un símbolo histórico de la lucha por los derechos humanos. 

Las acciones que continuaron -luego del gesto- llegaron por parte del COI (Comité Olímpico Internacional). Su presidente, Avery Brundage, ordenó inmediatamente a Smith y Carlos la suspensión del equipo de Estados Unidos y les prohibieron el ingreso a la Villa Olímpica.

La mujer de Carlos se suicidó y él, por muchos años, no pudo conseguir trabajo y llevó una vida complicada. 

Ambos deportistas fueron fuertemente criticados en su país. Perseguidos y amenazados de muerte. Su compañero de podio, Peter Norman, tuvo problemas con el alcoholismo y murió de un paro cardiaco en el 2006. El tiempo que marcó Norman (20.06) es el récord australiano en 200 metros. El día de su entierro Smith y Carlos portaron su féretro.

México 1968 fue sin duda el Juego del Poder Negro, tanto por sus manifestaciones y reivindicaciones políticas como por las deportivas. El gesto de Tommie Smith y John Carlos inició las bases de la igualdad entre blancos y negros.



La carrera previa al gesto

Martin Luther King ha muerto. Es 4 de abril de 1968 y faltan poco días para la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968. La delegación estadounidense participó desde el 12 de octubre hasta el 27 de 1968. John Carlos y Tommie Smith participaron en el evento conocido como la carrera de los 200 metros libres.

Los atletas, que se conocían de la Universidad Estatal de San José, California, eran los favoritos para ganar la prueba. John Carlos soñó con ese momento desde el día en que se enteró de esta gran competencia: "Cuando me enteré de la existencia de los Juegos Olímpicos, mi reacción fue diferente a la de cualquier cosa que jamás haya sentido (...) La gran variedad de deportes, la idea de los mejores atletas de todo el mundo recogiendo y representando a sus países"

John Carlos cuenta en su autobiografía que tres cosas le motivaban para correr cuando era niño: El impulso para descubrir otros deportes, lo hacía entregar mensajes más rápido y le ayudaba a escapar de la policía.

Con el número 259 y en el cuarto carril, John Carlos estuvo a la cabeza del pelotón hasta la última curva. Es en el segundo catorce cuando empieza a desconcentrarse (pensando que ya había terminado la carrera) y empieza a disminuir la marcha. Su compañero de equipo y rival, Tommie Smith, aprovechó eso y se coló por el carril número tres. 

Iban catorce segundos de carrera y los amigos estaban en el mismo lugar. La diferencia era la velocidad. Smith venía mucho más acelerado y Carlos estaba disminuyendo la marcha. En cuatro segundos Smith le sacó la ventaja necesaria para sobrepasar a Carlos y adueñarse de la medalla de oro. Carlos siguió con el impulso pero el australiano Pete Norman también le sobrepasó. 

En un intento por llegar tercero Carlos estiraba la cabeza hacia adelante para marcar el mejor tiempo posible; mientras que Smith ya bajaba los brazos de la victoria con el 307 en el pecho.

Años después John Carlos diría: "Me emocionó la solidaridad de Norman, pero me sorprendió más aún que un blanco pudiera correr tan rápido".